
Por una historia cuir/queer en After School y Mandinga Times
By: Por: Mabel Rodríguez Centeno
La nueva propuesta musical de Rita Indiana sugiere renovados relatos sobre la historia. De la pandemia surgió el After School como carta de presentación de Mandinga Times. Allí trece minutos bastaron para desatar los demonios narrativos de la otredad.
El fracaso del ELA ya es noticia vieja. La recesión/depresión económica coincidió con el impagable endeudamiento y la quiebra de las finanzas del país. La precarización y deterioro de las condiciones del vivir explican, entre otras cosas, la creciente despoblación. Pero fueron las determinaciones judiciales, legislativas y ejecutivas del verano del 2016, las que nos revelaron que el autogobierno territorial había sido una ilusión. Así supimos que las narrativas sobre la historia de Puerto Rico se habían agotado. Y todavía nos aguardaban los huracanes del 2017, los terremotos del 2019 y 2020 y los estragos de la pandemia global. De tanto perder, nos quedamos, incluso, sin historia.
Las reescrituras, entonces, son urgentes y el After School de Rita Indiana las presenta. En una de las más de 673 escuelas cerradas en pos del pago de la deuda, se llevó a cabo la filmación del lanzamiento de Mandinga Times. En un aula vacía se rememoran los cepos para proclamar la revolución y el fuego desde contornos discursivos determinados por reparaciones y amorosos reclamos de justicia.
Desde un salón vacío se le canta, en ritmo de un bolero-son a los 43 desaparecidos de Ayotzinapa. Bajo la producción musical de Eduardo Cabra y acompañada por la guitarra Rubén Albarrán de Café Tacvba, suenan ritmos caribeños que nos llevan y nos unen con México. Hacía falta cruzar el mar y la tierra para encender una vela. En un salón vacío, se echa de menos a los estudiantes para maestros normalistas, que ya no están. “ Y la pregunta es ¿Quién ejecuta una orden así?”, canta Rita Indiana.
El espacio geográfico de After School es todo afecto, es la voz de la convicción, es el reclamo por las escrituras de un mundo nuevo, prometiendo cartografías distintas.
En “The Heist” se evoca una larga historia de piratería y contrabando. Aquellos siglos (del 16 al 18) hoy son rescatados desde el atraco a la Wells Fargo (de 1983). La burla sobre a los transportes del capital –, poder robarles sin disparar y para poner a les niñes a jugar–, propone resistencias como derroteros históricos con progresos-otros. La marcha que combina las voces de Rita y de Mima genera polifonías cuir-amorosas y pan caribeñas como narrativas de una historia otra y nueva, de una historia cuir. Mientras recupera la figura de Pedro Albizu Campos y la determinación política se refugia en La Habana.
After School cierra con un llamado a la revolución. “Mandinga Times” es abandonar el miedo, es no dajarse, es aprender a vivir y a sobrevivir. Con el terror de noche y las revoluciones de día, “Llegó mandinga,” canta Kiko el Crazy, a toda velocidad (180 bpm). Los tiempos de Mandinga son los de habitar un mundo nuevo. Esta es una historia radical, una apuesta discursiva por lo abyecto, por lo cuir y por lo decolonial. Escribamos juntes… hay porvenir.